jueves, 15 de julio de 2010

Tenía 14 cuando la conocí, en un día tibio con halito primaveral. Me impacto su tremenda belleza, ella tenía el pelo ondulado y claro como sus ojos, esos mismos ojos que me miraban como un animal inquieto y a veces como un hada enamorada. Poseía unos pechos contundentes como una campesina virgen y cachonda que algún osado caminante quería montarla sobre un pajar en la siesta de un granero. Bien. Estaba bien.
Después de unos días de miradas, ademanes y tropezones que irían marcando el destino, tuve la oportunidad de salir victorioso de una estocada certera y profunda.
En los días transcurridos la relación se volvía más intensa, dilecta, me encantaba oír su voz angelical, suave, me calentaba más que mil demonios calientes, ella siempre me sonreía como diciendo” ¿viste lo linda que soy?” y yo le acotaba “no sabes lo linda que sos”.
Así pasamos el verano, la primavera y entramos en el frio otoño, fue en esa epoca del año, en que la lleve a pasear por un lugar poblado de arbustos tupidos, senderos secretos que solo yo conocía y por donde solo iba yo solo. Ella tan inocente como siempre y yo un pseudos caballero que no soportaba ser paciente. Corrimos por entre los árboles y le gritaba cantando: “corre, corre caperucita, que igual sos amiga del lobo y no te va a comer” y mi musa divina reía y me preguntaba cosas de mi, el mundo, la vida. Tambien me conto de su virgen y casta vida, que escuche y me perdi por lapsos previsibles, en fin, la bese…nos besamos, la naturaleza festejo con musica de grillos y aburridos vuelos de aves miopes.
No quiero recordar el porque de nuestra lamentable separación, alejándonos lentamente pero luchando contra nuestros mas puros sentimientos. Nos mirábamos pero no nos hablábamos, nos acercábamos pero nos alejábamos cuando nos acercábamos. La buscaba pero me escapaba cuando la encontraba y yo me hundía en un lento calvario
esperando la crucifixión final. Mañana será otro día, pensaba, pero no. Pasado será mejor, pero tampoco, ella ya no reaccionaba y me mataba lentamente.